EL ÚLTIMO
ARTESANO DE TEJIDOS EN LANA
FOTOS ARCHIVOS: La Yapa Comunicación Total
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Durante la historia de la humanidad el hombre para poder sobrevivir ha necesitado de alimentación y vestuario, es por ello que se ha visto en la necesidad de elaborar prendas de vestir de la piel y lana de ciertos animales de forma manual las mismas que han sido adaptadas a sus necesidades, con el paso del tiempo se ha dejado de confeccionar las prendas de vestir a mano y en la actualidad se está utilizando diversas tecnologías.
César Augusto Sinchiguano Camalle, oriundo del barrio Guasín Pinlloloma del cantón Saquisilí, de 51 años de edad, nos comenta que es uno de los últimos artesano de tejidos con lana, manifiesta que aprendió esta actividad, luego de terminar sus estudios en la escuela, a la edad de 16 años, su padre le llevó donde el señor Alejandro Rivera, para que aprenda el hermoso arte del tejido, señala que él fue su maestro, tenía unas máquinas que trabajaban manualmente, en ese tiempo elaboraba chalinas y sacos para hombre.
Nos cuenta que, una vez aprendido el maravilloso arte del tejido, emigró a las ciudades de Quito y Otavalo, en las mismas mejoraron su habilidad en la elaboración de prendas de vestir.
Con el pasar del tiempo fue ganando más experiencia y luego de contraer matrimonio adquirió la decisión de iniciar con su propio emprendimiento es por ello que cuenta con su taller en el barrio mencionado durante ya 23 años.
Manifiesta que para empezar fue duro y difícil, primeramente, compró una máquina, la misma que ya no está en funcionamiento, los primeros trabajos los realizaba de forma manual y buscaba el apoyo donde otros maestros que contaban con la maquinaria para poder dar el acabado de la mercadería. En sus inicios realizó: pantalones de lana, chalinas, bufandas de acuerdo a la necesidad de los clientes.
El proceso que sigue es: primeramente, adquirir la materia prima que es el hilo en varias distribuidoras de diferentes ciudades del país, luego en la máquina que posee actualmente se realiza la tela, posteriormente se realiza la prenda de vestir que son trabajadas desde la talla pequeña hasta la talla grande. En la elaboración de un saco se emplea un tiempo de 30 a 40 minutos.
Otra de las prendas de vestir que realiza es el pantalón chicle señala que es el mismo proceso de la elaboración del saco, manifiesta que no es tan difícil, lo que se requiere es poner el carisma, el arte que se ha aprendido para seguir trabajando.
La producción que elabora semanalmente es para entregar en los mercados de diferentes ciudades del país, los días sábados lleva su mercadería a Riobamba y de ahí se lleva a Azogues, Cañar, Ambato, Guaranda y más clientes de otros lugares. Las prendas de vestir que más venden es el pantalón chicle, y unos busos de hombre y mujer que se encuentran a la moda, como artesano entrega a los comerciantes a precios cómodos para que ellos también puedan tener su ganancia.
Para comercializar las prendas en el mercado primeramente realiza un cálculo de cuánto dinero se ha invertido ya qué precio debe vender para obtener una ganancia, vendiendo la docena de pantalones a $30, mientras que los busos la docena cuesta $72. Las prendas tienen esos costos porque el material y los acabados son de primera, también nos cuenta que a la semana confeccionan de 200 a 250 pantalones y los busos de 250 a 300 para sacarlos al mercado, resalta que siempre trata de confeccionar prendas que se encuentran a la moda para atraer a los clientes.
Augusto Sinchiguano, con su rostro de alegría enfatiza que en la elaboración de las prendas le pone el carisma y el amor al trabajo, finalmente manifiesta que el apoyo y soporte en el trabajo de los tejidos de lana han sido su esposa e hijos desde que comenzaron con el emprendimiento le ayudan a trabajar diariamente, espera que sus hijos sigan con este hermoso arte, que no debe perderse en su familia. (CLAO)